•domingo, septiembre 06, 2009
Trilogía de 2100 págs. que se lee como si fueran 210
LISBETH SALANDER, LA DIOSA CIBERNÉTICA
Cuando era niño, como todos los nlños, tenía mis héroes, personajes de ficción con los que fantaseaba y a los que podía recurrir cada vez que, impotente ante cualquier injusticia, necesitaba que hicieran posible lo imposible. Eran protagomistas de cómics como El Capitán Trueno, El Jabato...Y cuando apareció la televisión me ensimismaba con series como Bronco, La Ponderosa o El Fugitivo en las que siempre los buenos, mis héroes, daban su merecido a los malos en forma de palizas, humillaciones e, incluso, si eran malos malísimos,ejecutándolos sin piedad.
Lisbeth Salander, protagonista principal de la serie Millennium, encarna en nuestro entorno digitalizado, lo que representaban estos héroes hace casi medio siglo.
En muchas ocasiones he escuchado expresiones como "si Dios fuera todopoderoso no permitiría que nuestro mundo continuara plagado de desgracias, injusticias, guerras y de tanta desolación". Lisbeth es como una diosa capaz de imponer justicia ante la impunidad de los poderosos.
Sin embargo lo que hace que esta heroína sea tan atractiva y magnética para el lector es su aparente fragilidad y su timidez, casi enfermiza, que no es sino una coraza que esconde tanto su enorme capacidad para amar como su miedo a no ser amada.
Lisbeth pasará a la historia como uno de los personajes de ficción imprescindibles
e impregnados de la filosofía vital que nos transmitía Don Quijote.
Sería injusto olvidar al periodista Mikael Blomkvist, otro personaje capaz de todo por defender lo que es justo, pero creo que uno de los grandes aciertos de la trilogía consiste en que Lisbeth vaya acaparando protagonismo conforme avanza la historia. Ella y su ordenador son capaces hacer un mundo mejor.
En cuanto a la película "Los hombres que no amaban a las mujeres" debo confesar que su visión me motivó a leer el libro, solo por eso creo que merece la pena.
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